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Lo sé, lo sé… probablemente estés pensando que voy a hablar de meditación de nuevo. Aunque realmente espero que lo estés practicando ya, porque después de todo es el mejor regalo que puedes darte, no voy a hablar de meditación hoy. Bueno, tal vez lo mencione mas tarde si por alguna extraña razón mi historia de hoy requiere que lo haga.
Nuestras mentes son tan increíblemente poderosas que los científicos no han sido capaces de analizarlas completamente para entender cómo funcionan realmente. Sabemos mucho, pero creo que todavía estamos lejos de saberlo todo con respecto a las capacidades y la funcionalidad de la mente humana. Todo lo que sé es que nuestras mentes tienen un poder ilimitado, y tenemos que aprovechar ese potencial. Por supuesto, no es fácil acceder y desarrollar completamente ese gran poder , pero vale la pena.
Hablé del control mental y compartí un poco de mi experiencia con eso hace unas semanas, pero como mencioné ese día, para trabajar en el control de nuestras mentes primero debemos definir qué específicamente queremos controlar. El proceso es más fácil cuando tienes una meta y te centras en una cosa a la vez. Tengo que repetir aquí que el control mental no significa que tu mente dejará de ir a toda velocidad; significa que te harás consciente de hacia dónde va para que pueda re-dirigirla si es necesario.
Por ejemplo, digamos que ya estás trabajando en ese músculo de conciencia. (Tal vez ya estás practicando meditación? ¡Genial!) ¿Qué pasa cuando intentas obtener el control y lograr una meta, pero sientes que vas a todas partes excepto en la dirección que necesitas ir? Bueno, necesitas redirigir tu pensamiento y traerlo de vuelta para enfocarte en tu objetivo. Sé paciente. Tendrás que re-dirigirte un millón de veces. Este proceso es normal, así que trata de no frustrarte.
Hoy, me encantaría compartir con todos ustedes una pequeña técnica que he estado usando cuando me encuentro frustrada porque siento que no estoy avanzando en alcanzar una meta. Como siempre, comenzaré con una experiencia personal.
Antes de comenzar mi programa de entrenamiento actual, solía hacer entrenamientos aleatorios sin ninguna dirección. Como no sabía nada mejor, añadí dos días de cardio a mi “rutina” corriendo… y no me gusta correr. Lo odio, pero lo hice de todos modos porque me ayudaba a quemar más calorías. (Lo siento, entrenador eso fue antes de ti).
Cuando empecé a correr, me puse una meta. Me dije: “Bien, hoy voy a correr durante cinco minutos,, sin parar”. Al día siguiente intentaría llegar a seis minutos, y así sucesivamente. Cuando llegué al tercer día, me dije: “Bueno, hoy son siete minutos, pero realmente no me apetece. Estoy exhausta. Blah, bla, bla. Así que empecé por caminar, pensando que nunca sería capaz de completar los siete minutos. Cuando llegó el momento de correr, comencé muy decepcionada de mi pensamiento negativo. Así que ahí estaba, en la caminadora, mirando los minutos, y era sólo el minuto tres. Estaba totalmente agotada (bueno, eso era lo que mi mente quería que pensara). Giré la cabeza, y vi el conteo de millas que estaba a 0,1 millas.
Inmediatamente entré en modo competitivo conmigo misma, pensando: “¿Y si completo la milla?” Así que me concentré en el marcador de millas hasta que llegué a la milla. Sonriendo y orgullosa, voltee la cabeza hacia el medidor de tiempo. Corrí durante nueve minutos, sin parar. No quiero que prestes atención a los números aquí, porque como dije, no soy una corredora en absoluto.
Todo lo que quiero es mostrarte que cambiar el objetivo de tu meta es un buen ejercicio para darte un impulso cuando te estás frustrando. No es necesario cambiar la meta como tal, pero puedes encontrar una manera diferente de enfocar tu atención. He estado usando la técnica de redireccionar desde hace algún tiempo, y me parece realmente beneficiosa. A veces no notamos cuánta energía desperdiciamos cuando centramos nuestra atención en una cosa en particular, y en realidad lo que hacemos es bloquear el flujo natural de la misma.
Yo utilizo la técnica de redireccion para mis metas de negocio, mis metas fitness, e incluso para mis metas de alimentación. Mover tu enfoque a algo diferente abre tu perspectiva, e incluso podrías encontrar nuevas formas de avanzar para alcanzar tus metas. Debido a que esta pequeña técnica me parece tan fascinante, la comparto con todos los que me rodean. Por ejemplo, mi mamá está siguiendo un plan de ejercicios, y le sugerí que en lugar de frustrarse todos los días con el número en el peso, que mas bien prestara atención a cómo su cuerpo va mejorando con ejercicios específicos cada semana. Me he dado cuenta de que ya no está frustrada, y le encanta su tiempo de entrenamiento.
Una de las meditaciones guiadas de Sharon Salzberg sugiere que imagines que estás sosteniendo un objeto muy frágil, como una escultura hecha de vidrio,en nuestra mano. Si lo agarras demasiado fuerte se romperá, pero si olvidas que está ahí, tu mano se abrirá y también se romperá. Necesitas crear un equilibrio. Si te centras demasiado en un objetivo en particular, es posible que lo bloquees por completo. Pero si te olvidas de eso por completo, tampoco sucederá. Cambiar tu atención a un aspecto diferente de tus objetivos podría hacer el truco. La clave del éxito es aprender ese hermoso equilibrio, donde todo fluye. Espero que pruebes la técnica de redireccion y me hagas saber cómo funciona para ti.
Con amor,
Irene