Sé bueno… Siempre

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Estos últimos días, he necesitado usar lentes rosados un poco más grandes. La razón es simple: hay gente mala en el mundo, y a veces tenemos que encontrarnos con este hecho cara a cara. Me he encontrado con gente mala varias veces en mi vida. A pesar de que decidí hace mucho tiempo encontrar siempre lo bueno a mi alrededor, a veces me envían un recordatorio para hacerme saber que desafortunadamente no todos los seres humanos tienen buenas intenciones y buenos corazones.

 

No voy a compartir los detalles de lo que experimenté porque no vale la pena hacerte perder tu tiempo o mi energía. Sólo voy a compartir las lecciones que aprendí de estos últimos días, en caso que te puedan ayudar de alguna manera.

 

Una de las cosas más importantes que pude entender es que una conciencia tranquila es la mejor almohada. Mi padre siempre dice que cada uno de nosotros somos totalmente responsables de ocuparnos de dos cosas: nuestros cuerpos y nuestros buenos nombres. El dice que actuar con integridad es la mejor manera de asegurarnos de que nuestras cabezas no se sientan pesadas cuando nos vamos a dormir. Actuar con integridad significa siempre hacer lo que es correcto, incluso cuando (especialmente cuando) nadie está cerca.

 

Estos últimos días, he tenido que trabajar extra y lidiar con algunas molestias debido a la falta de integridad y las malas intenciones de otras personas. Además, fui testigo de una separación muy fea. Cuando tuve la oportunidad de hablar con uno de los participantes de dicha separación, le aconseje lo que siempre repito: recuerda ser siempre la buena persona. A pesar de que las circunstancias estaban un poco fuera de control, aconsejé a esta persona que entendiera las razones por las que su ex pareja estaba reaccionando con ese nivel de ira. Le dije a la persona que entendiera que su ex pareja estaba sufriendo y sus reacciones simplemente eran por ira. También dije que siempre tenemos la opción de reconocer nuestros errores y empezar a ser mejores seres humanos.

 

Toda esa loca situación fue creada a partir de la falta de integridad de algunas personas. Y yo no juzgo sus decisiones. Simplemente estoy reflexionando sobre las lecciones de vida de mi padre. Ser un buen ser humano requiere que hagamos esfuerzos adicionales porque actuar con integridad significa que a veces tenemos que luchar contra nuestras propias mentes y deseos para evitar que estos nos controlen. Eso es más fácil decirlo que hacerlo, por supuesto. Todos sabemos que batallar con nuestras propias mentes es agotador a veces, y es más fácil dejar que el “chico malo” en todos nosotros gane. También es fácil criticar y juzgar a los demás cuando no tenemos idea de cómo son sus batallas. Y no estoy justificando malas intenciones de ninguna manera, pero sé lo fuerte que puede ser una mente descontrolada. Una de las mejores maneras en las que me mantengo enfocada en ser un buen ser humano y actuar con integridad es repitiendo una de las citas de Pablo Neruda como mantra: “Soy libre de tomar mis propias decisiones, pero soy un prisionero de las consecuencias”. Buenas decisiones = Buenas consecuencias.

 

Hablando de decisiones y consecuencias, toda esta loca situación me impactó a mí y a algunas de las personas que me rodean a pesar que no estábamos directamente involucrados, lo que me hizo reflexionar sobre la forma en que todos estamos conectados. Muchas veces, escucho a alguien decir que puede hacer lo que quiera con su vida porque le pertenece, pero no puedo dejar de pensar en cómo todas nuestras acciones tienen la capacidad de impactar a los demás de maneras positivas o negativas. Si aún no entiendes este concepto, detente y piensa un momento en cómo terminamos lidiando con Covid 19. Una persona tomó una decisión, y BOOM! El mundo entero cambió. Entonces, mi pregunta es, si tienes el poder de impactar tanto a los demás, ¿no crees que vale la pena trabajar un poco más duro para ser un buen humano?

 

A veces la realidad se siente pesada. Verme obligada a ver el mundo sin mis lentes de color rosa por un momento es una prueba difícil para mí. Siempre quiero encontrar algo bueno en todos, así que cuando no puedo, es feo. Lo único que puedo hacer es orar por aquellos que siguen eligiendo el camino fácil. La gente que deja ganar al “malvado” dentro de ellos necesita ayuda, pero sé que no puedo ayudar a nadie que no lo quiera. Todo lo que puedo hacer es seguir orando por ellos. Como me dijo mi hermosa amiga Tita el otro día, “Es genial que hayas elegido vivir dentro de una enorme burbuja rosa porque todavía puedes ver lo que está pasando fuera de ella, pero siempre puedes filtrar lo que dejaste entrar”.

 

Bueno, he decidido dejar entrar sólo lo que me sirve en mi burbuja rosa. Hoy, más que nunca, sé que ser una buena persona vale la pena, ¡a lo grande! Sé que existe más gente buena que mala. Sé que los malos están librando grandes batallas, y debe ser muy difícil vivir dentro de sus mentes. Sé que la integridad es la mejor almohada que tengo. Me encanta ir a dormir con la cabeza ligera. Me encanta ser la persona que soy. Me encanta la forma en que mis padres me enseñaron a vivir la vida: ¡sé buena y haz el bien, especialmente cuando nadie te está observando!

 

Y para la gente con malas intenciones: ¡Seguiré orando por ti! Hablo en serio. Espero que el amor de Dios encuentre su camino hacia sus corazones y les haga darse cuenta de lo maravilloso que se siente trabajar un poco más duro para ganar la batalla contra el lado oscuro de sus mentes.

 

Para todos los que están pasando por una separación, siempre elige ser el bueno porque la paz interior depende de ello, y la paz interior, mis amigos, no tiene un precio!

 

Con amor,

 

Irene