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Hace unos días, compartí un articulo con todos ustedes donde mencioné que estaba celebrando mi cumpleaños esa semana. Me encantan los cumpleaños, ya sean míos o de otra persona. Respeto y amo tanto la vida que no puedo evitar celebrar los días que la gente a mi alrededor (y yo) llegamos a este hermoso universo. Mi mente no puede procesar un cumpleaños como un día normal, así que, de acuerdo con mi forma de pensar, tiene que ser muy especial.
Desde que era una niña, me encanta hornear dulces. He dejado de hacerlo últimamente debido a mis metas fitness, pero solía hornear un montón de tortas. Si eres cercano a mí desde el pasado, estoy 100% segura que he hecho al menos un pastel para ti en tu cumpleaños. Y no sólo preparé el pastel desde cero, probablemente te pregunté cuál era tu favorito y lo hice para ti. Esa era mi manera de mostrar en aquel entonces lo especiales que eran esos cumpleaños para mí. ¡Me encanta hacer que la gente se sienta especial en sus cumpleaños!
Recuerdo que un día estaba viendo la televisión con una de mis más queridas amigas en mi encantadora Venezuela, y estaban pasando un programa de cocina. Estaban preparando un pastel llamado Selva Negra. Mi amiga, que no estaba muy involucrada en la cocina, vio todo el programa. Cuando finalmente mostraron el pastel todo decorado y listo, ella me miró y me dijo: “Ese es exactamente el que quiero para mi cumpleaños”. Tengan en cuenta que Pinterest no existía en ese entonces, así que fue un desafío para mí encontrar exactamente la misma receta y los ingredientes. Ese no fue un pastel fácil de hacer, pero quería hacer feliz a mi amiga y que se sintiera muy especial. Así que le hice un pastel exactamente igual que el que ella quería. Ella estaba tan feliz y yo estaba tan feliz de verla tan feliz que durante los próximos 5 años, le preparé el mismo pastel para su cumpleaños.
Sólo quería compartir eso contigo, para que puedas ver lo importantes que son los cumpleaños para mí. Pero mi reflexión no es acerca de pasteles o tortas! Estuve indecisa de escribir esto, porque, por un momento, dejé que el miedo a ser juzgada tomara el control de mí. Gracias a la meditación, no dejé que ese miedo ganara. Así que aquí estoy. Y, sólo para aclarar, soy tan humana como cada uno de ustedes, y sé que todos hemos dejado que nuestros egos se apoderen de vez en cuando.
Esto es lo que pasó: No estoy segura por qué, pero tenía grandes expectativas con respecto a mi cumpleaños este año. Realmente quería sentirme muy especial. Tengo tantos amigos y familiares alrededor del mundo que estaba contando con las redes sociales para sentirme especial en la distancia. Envié invitaciones virtuales a las personas más importantes de mi vida. La invitación mostraba el lugar en el que estaba planeando ir, pero decía que, si no podían ir, sólo quería una video-llamada para ver sus caras hermosas. De las 25 personas que envié la invitación, sólo dos llegaron al restaurante (mi mamá y mi hermosa bff) y 3 de ellos llamaron en video (mi hermano, mi papá, y mi bff de Portugal). Tenia planeado recibir un masaje ese día, y por alguna razón fuera de mi control, no se dio mi plan de relajación como lo había pensado. El día después de mi cumpleaños, por un momento, no me sentía especial. Estaba un poco triste en realidad. Pero no quería profundizar y averiguar por qué me sentía así.
Llegó el fin de semana y tuve el placer de tener a mi sobrino y mi hermana quedarse con nosotras durante dos días. ¡Lo pasamos muy bien! Luego una muy buen amiga nuestra vino a visitar después que mi hermana se fue y nos lo pasamos de maravilla bailando, riendo y cantando! Fue un fin de semana tan agradable que, durante ese tiempo, me olvidé por completo de cómo me sentía en mi cumpleaños. Y no hicimos nada loco o elegante o incluso extraordinario; simplemente disfrutamos del momento.
Así que hoy, quise reflexionar sobre mis sentimientos. ¿Por qué me sentí como lo hice? Fácil: ¡Ego y expectativas! Quería que la gente hiciera por mí lo mismo que yo había hecho por ellos. Quería que la gente publicara hermosas fotos y mensajes que me celebraran en sus redes sociales. ¿Y por qué no? ¡Yo lo he hecho por ellos! Quería las video-llamadas porque las pedí. ¿Te suena todo esto como una locura? ¡A mí sí! Eso es simplemente una mente controlada por el ego. Eso es puro egoísmo. Es dar mientras esperas recibir de vuelta. Y me acabo de dar cuenta que realmente no quiero volver a ser así. Esta soy yo siendo completamente honesta.
Me siento feliz cuando celebro a los demás, y eso no significa que ellos tienen que celebrarme a mi. Yo soy la que ama los cumpleaños y disfruta haciendo cosas especiales para los demás. Así soy yo, y necesito seguir trabajando en controlar mi ego y expectativas, para poder apreciar a todos como son y no como mi ego quiere que sean.
Me acaba de hacer clic en la cabeza. No tiene ningún sentido esperar que el sol brille más o mas bonito y perdernos totalmente la hermosa forma en que brilla por sí solo. Me tomó 38 años para finalmente darme cuenta que dar nunca debe estar vinculado a las expectativas. En el futuro, haré absolutamente mi mejor esfuerzo para ser de la forma en que soy y dar todo lo que me siento con ganas de dar porque eso me hace feliz y no porque estoy esperando recibir lo mismo!
Con amor,
Irene