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¿Qué es lo primero que te viene a la mente cuando ves la palabra “prioridades”? He mencionado antes que me gusta la versión singular de esa palabra porque me tomo muy en serio lo que es realmente importante para mí, y en mi humilde opinión, en el momento en que prestamos atención a más de una cosa al mismo tiempo, es muy probable que una de esas cosas no reciba la consideración que debería.
Sin embargo, si estamos hablando de la vida en general, esta bien usar la forma plural de la palabra. Las prioridades son las cosas que realmente nos importan. Algunas personas pueden clasificar la familia y la salud como sus dos principales prioridades, otras pueden priorizar el dinero y el crecimiento personal, y algunas personas pueden considerar que las creencias espirituales y el amor propio son sus prioridades más valiosas. Las prioridades son diferentes para cada uno de nosotros, y no hay nada de malo en eso. Como he mencionado varias veces antes, todo se reduce a la perspectiva. Tu perspectiva dará forma a la lista de prioridades de tu vida.
De hecho, probablemente lo más importante que hay que entender en torno a las prioridades es que son diferentes para cada persona individual. No puedo enfatizar esa idea lo suficiente. Podemos sentirnos tan frustrados cuando vemos a personas que se preocupan por cosas que no son importantes para nosotros, pero olvidamos totalmente que ellos ven la vida a través de sus propios ojos y perspectiva, y tienen el derecho (al igual que nosotros) de decidir qué es importante para ellos. Solía juzgar a las personas por sus prioridades, pero poco a poco estoy aprendiendo que todos somos simplemente diferentes: lo que es importante para mí no tiene que ser importante para los demás, y viceversa. Sé que no es fácil dejar de juzgar las prioridades de las personas. Todavía estoy lejos de dominar esa parte de mí misma, pero puedo asegurarles que cuanto más trato de hacerlo, más abro espacio en mi mente para llenarla de sabiduría que realmente me sirve, y creo que esta practica puede hacer lo mismo por ti.
La razón por la que decidí escribir sobre mi proceso de aprendizaje en torno a las prioridades de la vida fue simplemente porque me pusieron a prueba en este tema hace unos días. Mi novio y yo estábamos planeando una pequeña escapada de fin de semana con la intención de visitar a su hermana, para que finalmente yo pudiera conocerla en persona y él pudiera pasar algún tiempo con su sobrina. No me he tomado unas vacaciones en mucho, mucho tiempo, así que me entusiasmé un poco más de lo que debía con la idea de tomar unas mini vacaciones. Estaba buscando buenos hoteles cerca de la playa, y mi idea era pasar los días con su familia y luego hacer algunas cosas divertidas por la noche. Mi novio no parecía tan emocionado como yo, y por un minuto no entendí por qué. Entonces, hablé con él y descubrí que lo que más quería era compartir un tiempo de calidad con su hermana.
Me tomé un tiempo para pensar en toda la situación y me di cuenta de que nuestras prioridades eran diferentes en ese momento en particular. Le di más valor a mi tiempo de vacaciones, y él se preocupaba más por su tiempo con la familia. Debido a que soy una persona muy familiar, entendí completamente su punto y decidí quedarme en casa de su familia durante todo el fin de semana … ¡y estoy muy agradecida de haberlo hecho! Lo pasé de maravilla con ellos. Son personas muy cariñosas y fue una bendición ver lo feliz que estuvo mi novio todo el tiempo que estuvimos allí. Por el simple hecho de reenfocar mi prioridad para sincronizarme con mi novio en ese momento, pude hacerlo feliz y reforzar mi creencia interna de que la familia es uno de nuestros mayores tesoros en la vida.
No había nada malo en mi prioridad, per se, pero decidí cambiarla porque valoro mucho el tiempo en familia … y ese es el segundo punto que quiero mencionar sobre las prioridades: tenemos que entender que está bien si las cambiamos de vez en cuando. Nuestras prioridades cambiarán dependiendo de lo que esté sucediendo en nuestras vidas en el momento presente. Tal vez mi máxima prioridad en la vida es mi familia, pero si estoy experimentando una situación que requiere que me concentre en mi crecimiento personal por un tiempo, entonces necesito estar bien con eso. Necesito darme permiso para entender lo que más importa para mantenerme navegando mi vida desde un lugar de amor y alegría pura.
No necesitamos entender por qué o cómo las personas clasifican sus prioridades. Simplemente necesitamos respetar el derecho de todos a elegir lo que más les importa, incluso si no tiene sentido desde nuestra perspectiva. Por ejemplo, si la prioridad de tu amiga/o en este momento es tener un buen par de zapatos elegantes, no la juzgues a ellal (o a él). Si la prioridad de tu madre es pasar más tiempo con sus nietos en Navidad, entonces deja que lo haga si es posible. Créeme, las prioridades individuales no tendrán sentido para el resto del mundo, incluso cuando sean las más puras (Te suenan Jesús, La Madre Teresa, Martin Luther King, por nombrar unos pocos). Necesitamos más tolerancia real en este mundo y menos juicio.
Estén claros acerca de sus prioridades, pero también sean lo suficientemente amables como para respetar las listas de prioridades de vida de otras personas amigos míos. Sigamos trabajando para ser mejores humanos, lo que significa practicar más respeto y empatía. Como siempre digo, todos estamos luchando las mismas batallas, solo que desde diferentes ángulos
Con amor,
Irene