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La vida es más hermosa cuando tienes a alguien con quien compartirla porque cuando compartimos nuestras vidas con otra persona, la felicidad se multiplica y la tristeza se divide en dos. Es como una regla matemática mágica que hace que todo en la vida sea más hermoso. Necesitamos la conexión con los demás. Fuimos creados para estar conectados. Esto es un hecho.
Siempre digo que soy pro-matrimonio, y ver a la gente en relaciones felices me hace feliz. Yo también he estado en relaciones felices, y es maravilloso tener a esa persona con la que conectarme en todos los niveles. Estar en una relación sana es un regalo para el alma.
Sin embargo, creo que hay un concepto erróneo con respecto a las personas divorciadas que no saltan a una relación justo después del divorcio. O al menos, así es como lo veo. Ya que todavía estoy soltera, la gente sigue diciéndome que NECESITO encontrar a alguien de inmediato. Las conversaciones van así:
Persona cualquiera que apenas me conoce:Entonces, Irene… te ves genial, y aún eres joven. ¿Cuándo vas a empezar a salir de nuevo? El tiempo vuela, sabes?
Yo: Sí, sé que el tiempo vuela. Es por eso que estoy invirtiendo mucho tiempo en mí misma.
La misma persona cualquiera: Oh! Bueno, sí, eso es bueno. Pero necesitas un novio. No todo tiene que ser solo tu.
Yo:En realidad, creo que todos deberíamos enfocarnos totalmente en nosotros porque cuando sabes cómo cuidarte bien, entonces puedes cuidar de los demás de una mejor manera.
Persona cualquiera:(Mirándome como dije una grosería) Tal vez eres demasiado exigente.
Yo:¡Sí, lo soy! Creo totalmente que me merezco lo mejor.
Persona aleatoria: ¡No seas así! Terminarás siendo soltera para siempre.
Yo: … … … … … … … … … … … … … …
Solía pensar así cuando tenía veinte años. Me quedé en relaciones horribles durante mucho tiempo sólo para poder decir que estaba en una relación. ¿¿Qué?? Dejé que varios chicos me trataran mal porque no quería que la sociedad me juzgara como la soltera del grupo. Loco, ¿verdad? Me conformé con menos porque no quería estar sola. Sé que esto es mucho más común de lo que podríamos pensar. En ese entonces, estaba tratando de encajar en las “normas” de la sociedad.
Hace unos días, tuve un dolor horrible en uno de mis muelas, así que llamé al dentista e hice una cita. Llegué un poco temprano y esperé en la sala de espera durante media hora. Mientras yo estaba allí, a otra persona también le pidieron que esperara. Se sentó y empezó a hablar por teléfono. Ella tenía a la otra persona en el altavoz, y estaban hablando bastante alto y claro (Quería aclarar este punto para hacerles saber que no estaba yo de entrometida jajaja). La conversación se centró en una amiga de ellas que se divorció recientemente. Estaban hablando de lo malo que era y planeando cómo ayudar a su amiga a encontrar un nuevo novio. Pensé que era una conversación normal hasta que la otra persona en la línea dijo, “Me siento tan mal por ella porque es mejor estar con alguien, incluso si tu pareja no es del todo uno bueno, ¿sabes a lo que me refiero?”
La otra amiga respondió: “Sí, lo sé. Prefiero estar deprimida en mi matrimonio que deprimida y ademas soltera”
¡ Yo me quedé en shock!
¿Por qué nos conformamos con menos? ¿Por qué tenemos tanto miedo de estar solos? ¿Por qué dejamos que nuestro estado civil controle nuestras vidas? Tenía tantas preguntas dando vueltas en mi cabeza. Pero cuanto más me preguntaba por qué esto y por qué aquello, más seguía resonando esta palabra a la superficie: amor propio. Todas estas preguntas tienen una sola respuesta: hacemos y sentimos esas cosas porque no tenemos suficiente amor propio. La gente no quiere estar sola porque no se gustan lo suficiente como para disfrutar de su propia compañía. En la mayoría de los casos, el amor propio no se enseña; entonces es necesario aprenderlo por nuestra propia cuenta. Pero es difícil aprender amor propio en una sociedad donde la norma es conformarse con lo que podamos conseguir porque tenemos que tener ese estatus.
La vida tiene que darnos un fuerte golpe (o tal vez unos cuantos golpes) para mostrarnos la importancia de amarnos a nosotros mismos primero para encontrar ese amor hermoso y especial que hace realidad la regla mágica de las matemáticas. En mi caso, tuve que recibir muchos golpes antes de aprender esta regla. La razón por la que sigo escribiendo sobre la importancia de aprender a amarnos a nosotros mismos de la manera más fuerte posible es porque espero ayudarte a darte cuenta antes que te golpees demasiadas veces.
Mis queridos amigos/as, si están divorciados y/o solteros, no se conformen con menos de lo que quieren y merecen. No existe nada que nos defina como “muy exigentes”. Espera por lo que de verdad te mereces, porque si no exiges lo mejor para ti, ¿quién lo hará? Amate lo suficiente como para saber que mereces nada menos que respeto y grandeza. No dejes que la sociedad decida por ti lo que TU te mereces. Esta elección es TUYA.
Con amor,
Irene