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Permítanme iniciar este post citando al gran Leonardo Da Vinci, quien dijo: “El hierro se oxida por el desuso; el agua pierde su pureza por el estancamiento … así la inacción mina el vigor de la mente”. En resumen, quiso decir que debemos tomar medidas para evitar las horribles consecuencias de la inercia.
Suena un poco loco decir que en la era actual super ocupada en la que vivimos, todavía nos dejamos perder en el oscuro agujero de la inacción, pero sucede … y mucho. El problema es que creemos que estamos tomando acciones cuando movemos nuestros pulgares para desplazarnos hacia arriba y abajo nadando por las aguas de las redes sociales. Bueno, no quiero ser la agua fiesta, pero ver videos motivacionales en IG no es precisamente actuar. 🤷🏼♀️ ¡Lo siento!
Todo lo que quieres lograr solo sucederá siempre y cuando actúes hacia ello. Puedes visualizar todo lo que quieras, y puedes escuchar y leer todos los mensajes motivacionales que existen, pero el único paso que te pondrá en el camino hacia el logro es la acción pura.
¿Alguna vez has asistido a un evento o conferencia motivacional, como los de Tony Robbins o Eric Thomas? Si lo has hecho, entonces sabes a qué me refiero cuando digo que esos eventos hacen que la gente se entusiasme más allá de lo imaginable. Dejas el lugar con al menos 20 ideas sobre cómo mejorar tu vida emocionalmente, financieramente y … ¿Por qué no? … espiritualmente. Te sientes totalmente empoderado, como si no tuvieras límites.
Tan pronto como llegas a casa, te sientes super emocionado de compartir las cosas que aprendiste con tus seres queridos y sobre cómo en unos pocos meses tu vida será completamente diferente. Coges un cuaderno y empiezas a escribir tu plan maestro. Al día siguiente te despiertas y aún puedes sentir la emoción de tu nueva vida por delante. Visualizas, escribes planes y compras libros (bueno, al menos nosotros los amantes de los libros lo hacemos). Tu cuaderno se ve hermoso con todas las notas, los planes perfectos y los suenos codificados por colores.
Sin embargo, una semana después no te sientes tan emocionado. La realidad te rodea y te golpea. Las deudas te tocan la puerta, esperando que las pague. El trabajo se vuelve un poco más pesado porque aún no estás en el futuro y bueno tu cuenta bancaria aún no tiene mil millones de dólares. ¿¿Qué?? ¿Cómo es eso posible si hiciste tu trabajo? Todo fue perfecto la semana pasada. Escribiste el plan. ¡Incluso te despertaste mas temprano por tres días seguidos para visualizar tu vida futura! ¿¿Qué pasó??
La respuesta corta es que la inacción te hundió. Lo sé, lo sé. ¡Estás a punto de decirme que si actuaste, e incluso tienes un cuaderno lleno de planes que puedes mostrarme para demostrar que estoy equivocada! Lo siento por volver a ser la agua fiesta, pero prepárate antes de leer esta siguiente parte porque te va a doler:
Escribir un plan no cuenta como actuar a menos que comiences a HACER cosas.
¡¡ Ay! ¡Lo sé! He estado allí. Este concepto duele mucho; ¡especialmente cuando escribir es lo que más te gusta! Quiero decir, estaba totalmente convencida de que escribir mi proceso de divorcio era todo lo que necesitaba hacer para convencer a la gente que es posible divorciarse de manera inteligente, no difícil. Tenía más de 20 publicaciones ya escritas cuando me di cuenta de que necesitaba tomar medidas si quería que las publicaciones se compartieran en algún lugar. Visualicé a la gente leyendo mis publicaciones durante semanas, pero no pasó nada.
Cuando dejé atrás mis miedos y tomé medidas, mis planes comenzaron a avanzar un poco. Compré el espacio para alojar mi blog, y luego contacté a alguien para construirlo porque no tengo el conocimiento o la paciencia para hacer ese tipo de cosas. A medida que avanzaba, dando pequeños pasos, me emocionaba cada vez más. Luego, después de resolver muchos detalles y tomar mucha acción, ¡nació mi blog! La acción lo hizo posible después que dejé atrás mis temores, aprendí a confiar en Dios y en mí misma, e hice todo lo que necesitaba hacer. Las publicaciones escritas no eran suficientes. Estás leyendo esto hoy aquí en este espacio, porque un día di un paso, y luego decidí seguir moviéndome.
Si tienes un plan, ¡escribirlo es genial! Si tienes metas que quieres lograr, ¡leer y ver cosas que te motivan es maravilloso! No estoy diciendo que no debas tener el cuaderno y dibujar tus sueños en él con hermosos colores. Simplemente les estoy haciendo saber que la acción es lo único que hará realidad esos sueños. Cuando digo ‘acción’, me refiero a hacer las llamadas telefónicas, buscar respuestas, ahorrar dinero, cambiar viejos hábitos que te detienen, dejar la relación que no funciona, aprender las habilidades, buscar un nuevo trabajo si el que tienes no te satisface, construir la página web, hacer los entrenamientos, etc. Cuando digo ‘acción’, me refiero a que debes hacer cosas que no solo están en tu mente, en el papel y que salen de tu boca.
La acción es agarrar tus metas y sueños por los cuernos y dominarlos hasta que los logren queridos amigos. En pocas palabras, la acción es simplemente avanzar. Las ideas en tu cabeza y en el cuaderno necesitan salir al mundo real. ¡Haz que sucedan! Eres más que capaz de hacerlo. ¡Solo necesitas actuar ahora!
Con amor,
Irene