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Divorciate inteligentemente no dificil. Grandes resultados en situaciones complicadas!
Hace un año, mi vida se veía muy diferente a como se ve hoy. Antes de eso, mucha gente pensaba que yo estaba en la relación perfecta. Se sintió como la relación perfecta durante mucho tiempo, hasta que se comenzó a sentir como la relación imperfecta. Cuando me di cuenta de que era hora del divorcio, supe que podía tomarlo de dos maneras: el camino difícil o el camino fácil. Por supuesto, ahora veo que la dicotomía en realidad no estaba entre difícil y fácil, sino entre difícil e inteligente. Había, como resultó ser, una manera correcta y una manera equivocada de llevar el divorcio.
La verdad es que el divorcio no es fácil. Mi matrimonio estaba completamente roto. Demasiados factores y situaciones que explicaré en mis mensajes semanales estuvieron involucrados y me hicieron tomar la decisión de divorciarme. Tomar la decisión no fue una “solución” de la noche a la mañana. Di lo mejor de mí para arreglar mi matrimonio, pero cuando lo has intentado todo y te encuentras llorando más a menudo de lo que te ríes, ese es el momento de empezar a analizar profundamente. Tienes que darte cuenta de que el dolor de la separación pasará, pero permanecer apegado a una relación rota te impedirá crecer y convertirte en tu mejor versión, además de que nunca te sentirás en paz.
Volviendo a mi experiencia particular, hubo factores que lo complicaron aun mas. Poco antes de que comenzara el proceso de divorcio, mi ex marido y yo habíamos puesto en marcha nuestro propio negocio. Las ventas estaban en aumento, y todo estaba funcionando sin problemas. Había muchas voces instándome en una dirección u otra. Muchas personas me dijeron que debía dejar el negocio atrás para tratar de hacer una nueva vida completamente alejada de él. Entiendo su punto de vista, pero eso me parecía una mala decisión porque yo estaba muy contenta con la dirección que el negocio estaba tomando.
El emprendimiento ha sido una pasión propia de toda la vida. Soñé con tener y operar mi propio negocio durante años, así que cuando finalmente pude hacerlo y luego pensar que debía renunciar a todo eso, no podía soportarlo. Entre todo lo que me estaba pasando, el negocio era un área en la que podía respirar sin problemas y sentirme bien. No sentía como si renunciar al negocio haría el divorcio más fácil. Más bien, parecía como si eso haría el divorcio más duro para mí.
Puedo imaginar lo frustrante que la situación parecía a la gente que lo veía desde afuera. Mis amigos probablemente se preguntaban por qué me estaba “haciendo esto a mí misma”, pero había decidido pasar por mi divorcio a mi manera. Fomentando la comunicación, trabajé muy duro para mostrar respeto a mi ex marido. Si estaba sintiendo algo negativo, me di a la tarea de trabajar en hacerme consciente de ello, implementando técnicas efectivas para monitorear mis emociones y mantenerlas en control. En circunstancias que hubieran enfurecido a otras mujeres, mantuve la calma.
Puedo asegurarte que el respeto es la clave para tener una separación inteligente. Y créanme que sé que hay algunas situaciones que nos hacen pensar que no hay manera que podamos actuar respetuosamente. Cuando nos han faltado al respeto una y otra vez, es un gran desafío actuar desde el amor y la compasión. Creo firmemente que lo que me hizo mantener amable y respetuosa a través de todo el proceso fue saber que todo lo que una persona hace es un reflejo de lo que hay dentro de ellos y no tiene nada que ver con uno mismo. Si quieres liberarte del sufrimiento, aférrate a eso.
Me aferré al respeto durante todo el proceso, y eso hizo toda la diferencia. Debido a que le mostré respeto a mi ex marido, me gané su respeto a cambio. Cuando necesitábamos hablar de algo, lo hablamos con frialdad y racionalidad. No había ningún problema que se saliera fuera de los límites para nosotros. Ninguno de los desafío que enfrentamos fue insuperable. Nos veíamos (y nos tratamos) como seres humanos, expresando empatía y compasión por lo que cada uno estaba experimentando.
Después de todo, nuestro divorcio fue pacífico, incluso reconfortante. Trabajamos duro juntos. Por supuesto, yo también trabaje muy duro por mi cuenta. Me concentré en desarrollar todas las partes de mí misma que necesitaba fuertes para crecer cada día. Eso también hizo una gran diferencia porque cuando me miraba en el espejo, podía recordarme a mí misma que estaba avanzando, y no yendo hacia atrás. Fue fácil para mí recordar que cualquier dolor que sentía era solo para mejorar y poder ver los resultados de mi trabajo duro justo delante de mi.
Mi formación no está en la ley o la terapia. No me divorcié sabiendo exactamente qué esperar. En vez de eso, tuve que aprenderlo a medida que avanzaba. Tuve que pensar muy cuidadosamente y mantenerme en la mentalidad correcta, no importa lo desafiante que me pareciera. Muchas de las técnicas de crear consciencia y superación personal que utilicé en mi proceso de divorcio eran nuevas para mí. Necesitaba empujarme día tras día para ser quien quería ser. Había una visión en mi mente, una visión de una mejor persona, una versión de mí misma de la que pudiera estar orgulloso, y no dudé en esforzarme y dar vida a mi visión.
Cuando llegué a los EE.UU. hace una década, era una persona muy diferente. No tenia más nada que mis esperanzas y aspiraciones. Iba a hacer que el Sueño Americano funcionara para mí, y aunque no coincidió con mis planes a cabalidad, terminó siendo mejor que cualquier cosa que pudiera haber deseado. Después de tremenda dificultad, estoy viviendo una vida feliz, satisfactoria e independiente.
He recorrido un largo camino. Hemos recorrido un largo camino. En medio de un aborto espontáneo y un divorcio, mi ex esposo y yo construimos un negocio de la nada, los ingresos crecieron de cero a 2 millones de dólares en sólo dieciocho meses. Hoy, estoy en mejor forma que nunca, en términos de aptitud, riqueza y mi bienestar emocional. He visto lo que el trabajo duro y la fe pueden hacer, y sé lo que puedo lograr. El éxito es algo de lo que sé que soy capaz.
Ahora, quiero ayudar a otros. Divorce Smart Not Hard es un blog que trata de obtener resultados hermosos de situaciones difíciles. En medio de las pruebas más desalentadoras, es donde se encuentra el crecimiento más increíble. Sé que puede parecer imposible levantarte cuando estás en un punto bajo, pero si logras hacerlo, podrás llegar lejos en tres meses, seis meses o un año. Encontré técnicas y estrategias que funcionaron para mí– para nunca mirar hacia atrás.
El divorcio nunca debería sentirse como el final. No lo es. El divorcio es una gran oportunidad para un nuevo comienzo. Si lo consideras como tal, tú y tu pareja podrán llegar a un lugar mucho mejor, tanto mejor de donde estaban y mejor de lo que estás experimentando ahora mismo. ¡Sigue leyendo para aprender más sobre mis experiencias y pensamientos con respecto a las situaciones difíciles y cómo aprovecharlas al máximo!
Con Amor,
Irene